jueves, 20 de octubre de 2016

La célula y el estudio de los tejidos


NIVELES DE ORGANIZACIÓN BIOLÓGICA: Estos niveles se utilizan para clasificar materia, de acuerdo a su tamaño y/o cantidad.

ÁTOMO:

El átomo es la partícula más pequeña de la materia, puede ser divido sin perder propiedades químicas. La parte central del átomo (núcleo atómico), tiene carga positiva (+) en la que se concentra casi toda su masa. El núcleo atómico está constituido por diferentes partículas protones (+) y neutrones (n). En la corteza del átomo, hay un cierto número de electrones (-), que son unas partículas con carga negativa (-). La carga del núcleo total del núcleo atómico, que es positiva es igual a la carga negativa de los electrones, de modo que la carga eléctrica total del átomo sea neutra.

BIOLEMENTOS: 

La materia viva presenta unas características y propiedades distintas a las de la materia inerte. Estas características y propiedades encuentran su origen en los átomos que conforman la materia viva. Los átomos que componen la materia viva se llaman bioelementos. De los 92 átomos naturales, nada más que 27 son bioelementos. Estos átomos se separan en grupos, atendiendo la proporción en la que se presentan en los seres vivos.

MOLÉCULA: 

La mayoría de la materia que nos rodea está formado por grupos de átomos unidos que forman conjuntos llamados moléculas. Los átomos que se encuentran en una molécula se mantiene unidos debido a que comparten o intercambian electrones. Las moléculas están hechas de átomos de uno o más elementos. Algunas moléculas están hechas de un solo tipo de átomo. Un ejemplo de moléculas es la del agua, su composición química es la siguiente: H2O. Esto quiere decir que el agua está conformada por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno.


BIOMOLÉCULA: 

las biomoléculas se clasifican atendiendo a su composición. Las biomoléculas inorgánicas son las que no están formadas por cadenas de carbono, como son el agua, las sales minerales o los gases. Las moléculas orgánicas están formadas por cadenas de carbono y se denominan glúcidos, lípidos, prótidos y ácidos nucleicos.

CÉLULA:

La célula es el 1º nivel de organización biológica capaz de expresar la vida en nuestro planeta, ya que realiza las tres funciones propias de un ser vivo, función de relación, función de nutrición y función de reproducción. Ejemplos de células: hepatocitos, neurona, adipocitos, etc.


TEJIDO: 

Es un conjunto de células con similar estructura y función. Ejemplos de tejidos: tejido muscular, tejido nervioso, tejido óseo, etc.

ÓRGANO: 

Conjunto de tejidos de similar estructura y funcionan que conforman una estructura que adquiere propiedades distintas que el resto de los niveles de organización. Estas propiedades varían de acuerdo al tipo de órgano que no refiramos.
SISTEMA O APARATO: 

Conjunto de órganos que realizan una función similar. Ejemplos: Aparato cardiocirculatorio, aparato digestivo, aparato respiratorio, etc.


ORGANISMO: 

Es el segundo 2º nivel de organización biológica capaz de realizar las tres funciones. Este nivel puede definirse como un conjunto de sistemas que trabajan de manera coordinada para mantener la supervivencia del individuo (ejemplo: humano).


LA CÉLULA

Las células son la base de todos los organismos, ya que todos estamos formados por ellas. Son la unidad funcional y estructural de los seres vivos, ya que por sí misma puede realizar las tres funciones vitales que caracterizan a éstos: nutrición, relación y reproducción. Su estructura no se pudo conocer hasta la invención del microscopio. En 1665, Robert Hooke descubrió las células observando en el microscopio una lamina de corcho, dandose cuenta que en ella había una gran cantidad de celdillas a las cuales denominó “células”. Posteriormente se han realizados millares de observaciones más, que han llevado a la creación de la teoría celular. Fue desarrollada a lo largo del tiempo por diferentes científicos como Schwann y Schleiden (1839), Virchow (1885) y Santiago Ramón y Cajal (1906).

Esta teoría consiste en cuatro conceptos:

  • Todos los seres vivos están constituidos por una o más células.
  • Toda célula es la unidad anatómica y fisiológica de los seres humanos. Es la unidad de vida más pequeña.
  • Toda célula proviene de la división de una célula anterior.
  • Toda célula contiene material hereditario donde se encuentran las características del ser vivo y que serán transmitidas de una célula madre a sus hijas.


Clasificación celular según su estructura:

  • Células procariotas: Son los organismos más primitivos y sencillos. Tienen menor tamaño que las células eucariotas. Son todas aquellas células cuyo material genético no se encuentra protegido puesto que carecen de membrana nuclear. No poseen orgánulos celulares excepto ribosomas. Poseen un mecanismo de reproducción muy simple (bipartición). Las bacterias, las cianobacterias y los micoplasmas son organismos unicelulares procariotas.


  • Células eucariotas: Son células más complejas que las anteriores. Componen a los organismos superiores o pluricelulares y también de algunos unicelulares (protozoos, algas, hongos mucosos, etc.). Tienen un tamaño más grande que las procariotas. Su material genético se encuentra protegido por el núcleo celular y está delimitado por una membrana nuclear. Contienen diversos orgánulos celulares compartimentando el citoplasma. Poseen un mecanismo de reproducción más complejo. Las células eucariotas a su vez pueden dividirse en células eucariotas animales o vegetales.


CÉLULA EUCARIOTA:

Son el único tipo de célula que compone el cuerpo humano, todas tiene una estructura similar.

Estructura: Las células eucariotas tiene tres estructuras muy diferenciadas: membrana plasmática, citoplasma y núcleo.

Membrana plasmática: Es la estructura que constituye el límite externo de la célula y rodea al citoplasma. Está constituida mayoritariamente por lípidos, proteínas y una pequeña porción de glúcidos. Los lípidos se organizan en una doble capa (fosfolípidos), impidiendo el paso de cualquier sustancia polar. Las proteínas se intercalan entre los lípidos atravesando la doble capa completamente (proteínas transmembrana), creando unos canales por donde se regula el paso de sustancias entre la célula y el medio externo. O sobre la superficie de la bicapa, ya sea en la cara interna o externa de la bicapa lipidica. Y los glúcidos solo se encuentran en el exterior de la membrana unidos a las proteínas (glicoproteínas) o a los lípidos (glucolípidos) formando una capa externa llamada glicocáliz, que puede captar información del exterior. Las principales funciones de la membrana plasmática son proteger a la célula, puesto que es lo suficientemente consistente para conservarla intacta y completa del exterior. Y regular el intercambio de sustancias entre la célula y el medio exterior. La membrana plasmática determina las características propias de la célula y del tejido que la contiene, ya que posee unos receptores antigénicos que permiten diferenciar células de diferentes tejidos, órganos, personas, etc. Esta característica es fundamental en los trasplantes de órganos, en las transfusiones sanguíneas o en el tratamiento de enfermedades como la leucemia.


Citoplasma: Es la parte de la célula que rodea al núcleo. Se halla delimitado por éste y por la membrana plasmática. En su interior se diferencias dos elementos: el citoesqueleto y el hialoplasma. El citoesqueleto está constituido de proteínas filamentosas (con forma de hilo), las cuales son responsables de dar forma a la célula y de su movimiento, así como del movimiento de los orgánulos en el citoplasma. Según su grosor se subdividen en microtúbulos y filamentos intermedios. El hialoplasma es la parte liquida de la célula en su interior se encuentran numerosas estructuras llamadas orgánulos citoplasmáticos.

Retículo Endoplasmático: Está formado por una serie de sáculos y túbulos aplastados que recorren el citoplasma comunicados entre sí. Existen dos tipos de Retículo Endoplasmático, liso y rugoso (ribosomas adheridos a su membrana). EL RER se encarga de la síntesis y/o modificación de proteínas. Y el REL de la síntesis de lípidos y de la desintoxicación de sustancias toxicas procedentes del exterior (alcohol, fármacos, etc.).


Ribosomas: Son orgánulos de pequeño tamaño constituidos por ARN (ácido ribonucleico) y proteínas. Su principal función es la síntesis de proteínas. Pueden estar libres por el citoplasma o adheridos al RE.

Aparato de Golgi: Son sáculos aplanados rodeados de membrana y apilados unos encima de otros. Almacena y transporta las sustancias precedentes del RER. Procesa químicamente las moléculas y las acumula en vesículas que se van desprendiendo de él, desplazándose hacia la membrana plasmática y liberando su contenido al exterior.

Lisosomas: Son pequeñas vesículas que contienen enzimas digestivas que degradan todas las moléculas inservibles para la célula.

Mitocondrias: Provienen exclusivamente de la línea materna. Está formada por una doble membrana, una membrana externa lisa y otra membrana interna con repliegues (crestas). En su interior se producen reacciones químicas complejas cuya principal finalidad es la obtención de energía para la célula.

Centriolos: Están relacionados con la división celular (huso acromático). Cada célula contiene 2 centriolos emparejados perpendicularmente.

Núcleo: Es la parte de la célula que contiene el material genético o ADN. Es el lugar desde el cual se dirigen todas las funciones celulares. Se encarga principalmente del metabolismo celular, así como de la reproducción de la célula. Suele tener forma esférica y situarse en el centro o parte inferior de la célula. Está formado por una membrana nuclear que, a diferencia de la plasmática, tiene canales o poros para permitir la comunicación con el citoplasma. Esta membrana delimita una región denominada nucleoplasma (parecido al hialoplasma, gel formado por proteínas) en cuyo interior encontramos una serie de estructuras especializadas:

Nucléolo: Se trata de una estructura densa, cuyo número depende del tipo y la actividad de la célula, aunque lo usual son dos o tres por célula. Es rico en ARN y proteínas, y contiene pequeñas cantidades de ADN (ácido desoxirribonucleico) inactivo. Su función es la de crear los ribosomas que luego madurarán en el citoplasma.

Cromatina y cromosomas: La cromatina está formado por ADN asociado a proteínas. Las moléculas de AND se encuentran compactadas en la cromatina gracias a estas proteínas (modelo del collar de perlas). Cuando se observa a través de microscopio se ve como una fina red dentro del núcleo celular. Cuando la célula entra en división, la cromatina se condesa todavía más. El ultimo nivel de condensación y/o compactación son los cromosomas, de los cuales hay 46 (23 pares) en la especie humana.

Fisiología: Las principales funciones de una célula eucariota son las siguientes.

Sistemas de transporte: Para que una célula pueda realizar sus funciones precisa obtener nutrientes del fluido extracelular o medio externo que la rodea. El fluido extracelular e intracelular se diferencian principalmente en su composición iónica. Los principales sistemas de transporte son los siguientes.

  • Difusión pasiva: Implica el paso de nutrientes a través de la membrana, mediante un movimiento de las moléculas a favor del gradiente de concentración, es decir, de una zona de mayor concentración a una zona de menor concentración. No requiere gasto de energía para la célula. Las moléculas más pequeñas son capaces de atravesar las bicapa lipídica de la membrana (difusión simple), pero aquellas moléculas más grandes o polares son transportadas por las proteínas transmembrana hacia el interior de la célula (difusión facilitada). Algunos ejemplos de difusión pasiva que encontramos son la osmosis, la diálisis y la filtración.
  • Transporte activo: Es el paso de sustancias nutrientes a través de la membrana en contra del gradiente de concentración, el cual requiere, a diferencia del transporte pasivo, consumo de energía. Como ejemplos de transporte activo tenemos: la bomba de iones Na+ - K+), la endocitosis y la fagocitosis.



Reproducción celular: Son los mecanismos celulares por los cuales se divide la célula madre y transmite la información genética a sus células hijas. Hay dos tipos de reproducción celular.


  1. Mitosis: Consiste en el mecanismo de replicación celular mediante el cual una célula madre se divide para dar lugar a dos células hijas (diploides), que tienen la misma dotación genética que la célula de la que derivan. El organismo recurre a la mitosis cuando necesita hacer crecer un tejido o repararlo. Este proceso va precedido de un periodo denominado interfase, que es la etapa en la que el ADN se duplica para asegurar que cada célula hija recibe la misma información genética de la célula madre de la que procede. La mitosis es un proceso continuo que se desarrolla en las siguientes fases: profase, metafase, anafase y telofase.
  2. Meiosis: Es el mecanismo de replicación celular por el cual de una célula madre (diploide) se obtienen cuatro células hijas (haploide) cuya dotación cromosómica es la mitad de la que porta la progenitora. Todas las células del organismo humano contienen 46 cromosomas (23 pares). Tienen una dotación celular denominada diploide. Sin embargo, las células reproductoras, llamadas gametos, contienen solo 23 cromosomas. La media dotación cromosómica se conoce con el nombre de haploide. Esto sucede para que en la fecundación, al unirse los gametos masculino y femenino, se forme una nueva célula (cigoto) cuya dotación cromosómica es la suma de los dos gametos, esto es 46 cromosomas (23 pares), que aseguran la supervivencia de la especie. El proceso de meiosis solo ocurre en aquellas células que necesitan tener una dotación cromosómica haploide. La meiosis comprende dos procesos de división celular consecutivos: 1ª división meiótica, 2ª división meiótica.


Tejido celular: Un tejido es el conjunto de células que realizan una misma función y tienen una morfología similar. En el cuerpo humano existen cuatro clases o tipos principales de tejidos que son los siguientes: epitelial, conjuntivo, muscular y nervioso.



Tipos de tejidos:


  • Tejido Epitelial: El tejido epitelial reviste la superficie exterior del cuerpo y muchas de sus cavidades (por ejemplo, el tubo digestivo, la cavidad respiratoria y las cavidades serosas). Se caracteriza por que sus células se encuentran fuertemente unidas. No tiene vasos sanguíneos ni linfáticos y se nutre gracias al tejido conjuntivo que se encuentra debajo de él. El tejido epitelial está separado del tejido conjuntivo mediante una lámina denominada membrana basal.

Funciones:
a. Protección. Ya sea de forma mecánica como ocurre con la piel o de forma química como pasa en el epitelio gástrico.
b. Absorción de sustancias. Como sucede en el epitelio intestinal.

c. Secreción de sustancias a través de epitelios glandulares (es el caso de las glándulas sudoríparas) o por medio de glándulas intraepiteliales (las glándulas caliciformes secretoras de moco del aparato respiratorio).
d. Recepción sensorial. Como por ejemplo el epitelio olfatorio y sensitivo a través de los receptores de la piel.
e. Excreción. Como en el caso de los túbulos renales.

Morfología: El tejido epitelial se clasifica en función de tres criterios, según el número de capas, la forma y la especialización de las células.

a. Según el número de capas celulares:

I. Epitelio simple. Una sola capa de células.
II. Epitelio estratificado. Más de una capa de células.
III. Epitelio pseudoestratificado. En realidad, es un epitelio simple formado por varios tipos de células dispuestas en una sola capa, pero que dan el aspecto de tener varias capas al disponer sus núcleos a diferentes niveles.

b. Según la forma de las células:

I. Epitelio pavimentoso. Células aplanadas.
II. Epitelio cúbico. Células tan anchas como altas.

III. Epitelio cilíndrico. Células más altas que anchas.
c. Según la especialización de las células que lo constituyen:

I. Células que no presentan especializaciones significativas.
II. Células implicadas en distintos procesos más especializados (productoras de moco, ciliadas, sensitivas, nerviosas, implicadas en procesos de absorción o excreción, etc.)

Tejido Conjuntivo: El tejido conjuntivo está constituido por un grupo heterogéneo de tejidos orgánicos que proceden de un origen común: el mesodermo (recibe este nombre la capa intermedia que se forma en el embrión, de ella derivan la mayoría de las estructuras corporales). Es el tejido más abundante y más ampliamente distribuido del organismo, ya que, entre otras localizaciones, se encuentra en los músculos, en los huesos, en los órganos internos y soportando a la piel. Los tejidos conjuntivos desempeñan múltiples funciones, entre las que destacan las funciones de: relleno sostén (sujetan y mantienen las células nobles de los tejidos), transporte, almacenamiento, defensa, reparación, etc. Su estructura está formada por células y la matriz extracelular, que está compuesta por las fibras conjuntivas y la sustancia fundamental. Todos los tejidos conjuntivos son similares y solo se diferencian en la proporción en la que se encuentran sus tres elementos formadores.

Células del tejido conjuntivo:

a. Células fijas o propias:

I. Fibroblastos: Son las células principales del tejido conjuntivo y tienen a su cargo la formación de las fibras y de la sustancia fundamental. Se trata de células alargadas (fusiformes) con largas prolongaciones cito-plasmáticas (forma de estrella) y capacidad para convertirse en otros tipos celulares si resulta necesario.

II. Adipocitos: También denominada célula adiposa, es una célula especializada en el almacenamiento de grasas. Presentan forma esférica y su citoplasma está casi totalmente ocupado por grasa, desplazando el núcleo hacia la periferia.

b. Células emigrantes o móviles:

I. Fagocitos (Macrófago): Se desplazan a través del tejido mediante pseudópodos, que les sirven también para la captura de microorganismos y células muertas.
II. Mastocitos: Responsables de los procesos de inflamación de los tejidos.
III. Linfocitos: Con función inmunitaria.

Fibras conjuntivas:

a. De colágeno: Están formadas por colágeno y presentan una estriación característica al microscopio óptico. Son blancas y aportan ese y flexibles. Se encuentran en casi todos los órganos, como por ejemplo en ligamentos y tendones. color a los tejidos en los que se encuentran. Su función principal es la de soportar fuerzas tensionales, por lo que son fuertes.

b. Elásticas: Son más pequeñas que las fibras de colágeno y su principal componente es la elastina. Gracias a esta, presentan una extremada elasticidad que les permite incrementar hasta 1,5 veces su longitud frente a la tracción, para luego volver a su posición inicial. Se encuentran presentes sobre todo en la piel, los vasos sanguíneos y los pulmones.

c. Reticulares: Están formadas por colágeno y un revestimiento de glucoproteínas. Forman el armazón de los órganos hematopoyéticos (aquellos capaces de producir sangre. Los más típicos son la médula ósea en los adultos y el hígado en los embriones y en los fetos), en los que aparecen como una delicada red de fibras ramificadas.

Sustancia fundamental: Recibe este nombre por ser un material amorfo y con propiedades físicas de gel semifluido. Tiene un aspecto translúcido y gelatinoso y está compuesta principalmente por proteínas, polisacáridos y agua. Su función es la de permitir el paso de metabolitos (nutrientes y de desecho) de una célula a otra, así como servir de unión a las células y fibras del tejido conjuntivo.

Variedades del tejido conjuntivo: Se distinguen varios tipos de tejidos conjuntivos, según la proporción de células, fibras y sustancia fundamental que contienen (tejido conjuntivo laxo, denso, adiposo, cartilaginoso, óseo y sangre).

a. Tejido conjuntivo laxo: Se caracteriza por presentar una proporción casi equilibrada de células, fibras y sustancia fundamental. Se encuentra ampliamente distribuido en el organismo, ya que sirve de soporte de los epitelios que revisten, por ejemplo, los tractos digestivo y respiratorio. En este tejido, las fibras de colágeno se disponen de modo laxo (sin tensión) y muestran un aspecto ondulado. Entre sus funciones destacamos: función mecánica (sostén), función metabólica (facilita el aporte nutricional a otros tejidos) y función defensiva (sus células intervienen en procesos inflamatorios y de cicartización).


b. Tejido conjuntivo denso: Su función es esencialmente de sostén mecánico y se caracteriza por poseer fibroblastos y contener abundantes fibras colágenas y elásticas, así como escasa sustancia fundamental. Dentro del tejido conjuntivo denso, además, podemos encontrar las siguientes variedades.

  1. Tejido conjuntivo fibroso denso. En el que predominan las fibras colágenas. Lo encontramos, por ejemplo, en la dermis, los ligamentos y los tendones.
  2. Tejido conjuntivo elástico. En el que predominan las fibras elásticas. Se distribuye por ejemplo en las arterias de calibre grueso.
  3. Tejido reticular. Contiene fibras reticulares. Variedad que se localiza únicamente en los órganos linfoides y hematopoyéticos (bazo).

c. Tejido Adiposo: Se caracteriza por poseer adipocitos, fibras de colágeno y abundantes vasos sanguíneos. Actúa como almacén de grasa para todos aquellos procesos del organismo que requieran energía.

  1. Tejido adiposo blanco. Es el tejido adiposo del adulto y representa entre el 20 y el 25 % de su peso total. Se dispone en la parte profunda de la piel formando el panículo adiposo.
  2. Tejido adiposo pardo. Se encuentra en los recién nacidos. Juega un papel fundamental en la regulación de la temperatura y no se usa para la producción de energía corporal.


d. Tejido Cartilaginoso: Su mayor particularidad reside en que su sustancia fundamental es casi sólida. Las fibras son de tipo colágeno y, en algunos tipos de cartílago, también encontramos fibras elásticas. Las células que lo constituyen se denominan condrocitos. Se agrupan en número de dos o tres, se encuentran en pequeñas orquedades llamadas lagunas o cápsulas. El cartílago carece de vasos sanguíneos de modo que los nutrientes llegan a las células por difusión. Forma el esqueleto de sostén durante las fases embrionarias, pero en el adulto es reemplazado casi totalmente por hueso. Su principal función es la de soporte. Hay tres variedades de tejido cartilaginoso.

I. Tejido Cartilaginoso Hialino: Contiene únicamente unas pocas fibras colágenas dispuestas en una red de amplias mallas. Se encuentra recubriendo las superficies de la mayor parte de las articulaciones, así como en los cartílagos costales, nasales y de las vías respiratorias superiores.

II. Tejido Cartilaginoso Fibroso: Contiene numerosas fibras colágenas agrupadas en haces. Se distribuye en aquellos lugares en los que hace falta apoyo firme o fuerza, como en los discos intervertebrales, la sínfisis pubiana y los meniscos de la rodilla.


III. Tejido Cartilaginoso Elástico: Contiene fibras de tipo elástico. Se encuentra en el pabellón de la oreja, la trompa de Eustaquio, la epiglotis y en los cartílagos de la laringe.


e. Tejido Óseo: Posee una matriz dura y calcificada impregnada de sales minerales. Lo constituyen casi exclusivamente fibras colágenas. Sus células son de tres tipos: Osteoblastos (Células responsables de la formación del tejido óseo). Osteocitos (Células del tejido óseo adulto.) Osteoclastos (Células responsables de la reabsorción y el equilibrio del tejido óseo). El hueso tiene una función mecánica (movimiento), hematopoyética (células sanguíneas), metabólica (almacenamiento de sales) y de protección de las estructuras vitales. Estructuralmente, se distinguen dos tipos de tejido óseo.

I. Tejido óseo compacto: Formado por la unión de láminas de hueso siguiendo una disposición geométrica en capas. Es un tipo de tejido muy duro y que soporta bien las fuerzas de presión, por lo que se encuentra en la corteza de todos los huesos del organismo.


II. Tejido óseo esponjoso: Se sitúa en el interior de los huesos y está formado por pequeñas láminas en forma de trabéculas (redes) que en su interior albergan la médula ósea. Su función es hematopoyética en el adulto.

f. La sangre: Es un tipo especial de tejido conjuntivo, ya que la matriz extracelular es líquida y no contiene fibras. Está constituida por una serie de células suspendidas en un medio fluido que se llama plasma. Tiene múltiples funciones, entre las que destaca la de transportar gases, nutrientes, productos de desecho, células y múltiples sustancias a través de todo el organismo. Representa alrededor del 7 al 9 % del peso corporal total. Del total del volumen de la sangre, el plasma representa el 55 %, mientras que el 45 % restante son las células que están en suspensión (hematocrito). El plasma es una solución acuosa que contiene sales inorgánicas y proteínas plasmáticas. Los elementos celulares de la sangre son de tres clases funcionales principales: serie roja, serie blanca y plaquetas. Las células sanguíneas se clasifican de la siguiente manera.

I. Hematíes: Célula muy característica, ya que tiene una forma de disco bicóncavo y carece de núcleo. Su citoplasma contiene hemoglobina (proteína transportadora de 02 y de C02), responsable del color rojizo del que procede su nombre. Realizan su función en el interior del torrente circulatorio y en la vecindad de las células, ya que se encargan del transporte de oxígeno y dióxido de carbono.

II. Leucocitos: Constituyen un conjunto de células blancas implicadas en procesos defensivos. Se clasifican en dos grandes grupos en función de la presencia o no de gránulos específicos de secreción en su citoplasma. Granulocitos (Neutrófilos, Eosinófilos, basófilos) y Agranulocitos (linfocitos T y B y monocitos).

III. Plaquetas: Se trata de pequeños fragmentos anucleados, procedentes de la rotura de una célula de mayor tamaño, que intervienen en el proceso de hemostasia (coagulación).

IV. Hematopoyesis: es el proceso mediante el cual se generan las células de la sangre a partir de sus precursores. En el adulto, este hecho tiene lugar en la médula ósea de ciertos huesos que tienen actividad hematopoyética, como: esternón, vértebras, costillas, cráneo, pelvis y fémur. Todos los elementos celulares se originan a partir de una célula madre progenitura común, llamada célula madre pluripotencial.

V. Grupos sanguíneos: Todos pertenecemos a alguno de estos cuatro grupos sanguíneos: A, B, O o AB. El grupo está determinado por los genes, es decir se trata de un carácter hereditario y su tipo depende de la ausencia o presencia de los antígenos A o B en la sangre. Los grupos sanguíneos A y B se heredan de forma dominante sobre el grupo O, que es recesivo. Los antígenos están presentes en la membrana de los hematíes y determinan la existencia de los siguientes grupos sanguíneos:

1. Grupo sanguíneo B. Se debe a la presencia del antígeno B.
2. Grupo sanguíneo 0. No tiene ninguno de los antígenos.
3. Grupo sanguíneo A. Se debe a la presencia del antígeno A.
4. Grupo sanguíneo AB. Tiene los antígenos A y B.

VI. Factor Rh: Existe otro antígeno que determina el factor Rh. Este antígeno lo posee el 85 % de la población, considerándose Rh +, mientras que el 15 % restante que no lo posee son Rh -. Los Rh negativos solo pueden recibir sangre de otra persona que sea Rh negativo, mientras que los Rh positivo pueden recibir de los dos. Por tanto, a la hora de realizar una transfusión no solo hay que tener en cuenta el grupo A, B, O sino también el factor Rh.

VII. Transfusión sanguínea: Cuando se realiza una transfusión de sangre, es imprescindible conocer el grupo sanguíneo del paciente ya que, si la sangre transferida es incompatible con su grupo sanguíneo, los anticuerpos del propio paciente intentarán destruir a los hematíes que portan antígenos diferentes a los de la sangre del paciente transfundido, dando lugar la destrucción de los hematíes y la salida de hemoglobina de los mismos. Por ello, los grupos sanguíneos se clasifican según su capacidad de ser donantes o receptores.



Tejido Muscular: Se trata de un tejido específico que tiene capacidad de contracción, gracias a la cual es capaz de proporcionar movimiento al organismo. Estructuralmente, está formado por unas células alargadas denominadas fibras musculares, que presentan en su citoplasma gran cantidad de fibras contráctiles. Estas fibras también tiene asociadas fibras nerviosas y capilares. Según su estructura , se dividen en:

- Músculo estriado: Llamado así porque al mirarlo por el microscopio óptico se observa una estriación característica. Sus células son alargadas y multinucleadas. Dentro de este tipo hay dos clases:

a. Músculo esquelético: Es de contracción voluntaria, es decir, depende directamente del sistema nervioso central.

b. Músculo cardíaco: Forma la pared muscular del corazón, es decir, el miocardio. Es de contracción involuntaria y está regido por el sistema nervioso autónomo.

- Músculo liso: A diferencia del anterior, no presenta ningún tipo de estriación. Las células musculares son mononucleares y alargadas. Se halla en el tubo digestivo, aparato respiratorio, glándulas de secreción, músculos horripiladores, etc. Su contracción es involuntaria y, por lo tanto, depende del sistema nervioso autónomo.

- Músculo horrípilador: es el que acompaña al pelo en el folículo piloso. Su función en el reino animal es la de servir de defensa ante una agresión, ya que el animal que se siente atacado eriza sus pelos para infundir miedo al atacante. De ahí viene la palabra horror (miedo producido por un estímulo externo).

Tejido Nervioso: Se trata de un tipo de tejido muy especializado cuya función es controlar el resto de las funciones corporales.

Anatómicamente, se divide en:

a. Sistema nervioso central: Formado por el encéfalo y la médula espinal.

b. Sistema nervioso periférico: Formado por los nervios. Estos se clasifican, en función de la existencia o no de mielina, en fibras mielínicas, de conducción rápida, y amielínicas, de conducción lenta. Por las rápidas circulan hasta la corteza cerebral las sensaciones placenteras y por las amielínicas las dolorosas.

A nivel estructural, el tejido nervioso está formado por dos tipos principales de células, las células nobles o neuronas y las células del tejido conjuntivo.

Neuronas: son las células principales del sistema nervioso, ya que son las responsables de la transmisión del impulso nervioso. Son células maduras que se interconectan entre sí formando una red múltiple de conexiones, responsables de controlar todas las actividades, tanto motoras o sensitivas, como de relación entre otras. Además, recogen información de receptores sensoriales y elaboran la respuesta adecuada. Por otra parte, son células que no se reproducen, debido a su alto grado de especialización. Se pueden clasificar en:

a. Según el número de conexiones que tengan: monopolares, bipolares y multípolares.

b. En función del tipo de estímulo que transmiten: neuronas excitatorias e inhibitorias.


Células del tejido conjuntivo: Sus funciones son las de soporte, defensa y nutrición. Se las conoce genéricamente con el nombre de glía y hay diversos tipos.



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